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miércoles, 5 de enero de 2011

GLAUCOMA


GLAUCOMA


En el interior del ojo se produce constantemente un líquido, el humor acuoso. Este líquido proporciona el tono adecuado al globo ocular y debe existir un perfecto equilibrio entre su producción y su salida. Si se produce un aumento en la resistencia a la salida del humor acuoso traerá como consecuencia un aumento en la presión intraocular provocando alteraciones y destrucción en la capa de fibras nerviosas de la retina con el consecutivo daño al nervio óptico, estas alteraciones que se producen en el globo ocular se conoce con el nombre de glaucoma.




Síntomas:

Generalmente no se produce ningún tipo de sintomatología que prevengan al paciente del inicio del glaucoma, por lo que es imprescindible detectar su presencia en los controles periódicos y poder iniciar el tratamiento de forma precoz.

Cuando se producen síntomas la tensión suele estar muy elevada, y estos son inespecíficos, dolor de cabeza por encima de las cejas, halos coloreados alrededor de las luces, visión borrosa etc.

En casos avanzados se produce una pérdida del campo visual periférico, y en los estadios finales de la enfermedad solo se conserva una pequeña zona o isla central de visión
.


Pruebas complementarias:

Existen diversas pruebas complementarias necesarias para realizar el diagnóstico de glaucoma. Una muy simple y que toda persona mayor de 40 años debe hacerse cada año, es la Tonometría. Esta prueba consiste en medir la presión intraocular utilizando el Tonómetro de Aplanación de Goldman que es muy preciso y uno de los que ofrece los resultados mas fiables. Se considera normal una presión que oscile entre 10 y 21 mmHg.
Una de las pruebas mas importantes en el diagnóstico y seguimiento del glaucoma, es la valoración de los campos visuales mediante la Perimetría Computarizada. Con esta tecnología podemos detectar y cuantificar las alteraciones y defectos de la agudeza visual en las diferentes regiones del campo visual. Con la información obtenida podemos clasificar los defectos glaucomatosos y elegir las pautas
terapéuticas a seguir.


Tratamiento:

El glaucoma por lo general responde bien al tratamiento médico, se utilizan gotas o colirios cuya finalidad será disminuir la producción de humor acuoso, o bien, facilitar su salida del globo ocular. Este tipo de medicación el paciente deberá instilarsela diariamente sin interrupciones para conseguir que la presión intraocular se mantenga dentro de unos valores óptimos.
Una alternativa al uso indefinido de colirios es la trabeculoplastia con láser, con esta intervención se consigue en la gran mayoría de los casos mejorar la resistencia a la salida del humor acuoso, disminuyendo de esa manera la presión intraocular.
También con el láser se pueden realizar iridotomias periféricas, muy eficaces en determinados tipos de glaucoma.

Finalmente cuando la presión no se controla adecudamente con colirios, con láser o con la combinación de ambos, recurrimos a la cirugía. La técnica mas utilizada es la Trabeculectomia, su objetivo consiste en crear una nueva vía de drenaje del humor acuoso, los resultados generalmente son muy buenos, consiguiéndose una normalización de la tensión ocular con o sin tratamiento médico añadido.

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